Textos de apoyo y TP
de textos de Sadaba y Gómez de Unidad 3. Colgar antes del 5/10.
Teniendo en
cuenta la lectura de los siguientes textos:
Sadaba
Garraza, Maria Teresa (2008): “El éxito del framing en la teoría de la
comunicación” en Framing: el encuadre de las noticias. El binomio
terrrismo-medios, La Crujía, Buenos Aires.
Gomez,
Marcelo (2009): “Los medios de comunicación y los enmarcamientos clasistas de
la protesta social. El caso argentino” en Revista Comunicación y Ciudadanía,
Nº2/Julio 2009, Colombia, pp. 18-41.
a) Busque un
ejemplo en los medios de comunicación masiva de agenda-settings y agenda
building relacionado con los movimientos sociales. Justifique.
b) Analice
los marcos con los cuales se construye una noticia sobre los MS con los
conceptos de reflexividad e indexividad.
c) ¿Sería
posible un análisis cuantitativo del tratamiento que realizan los medios sobre
las acciones de los MS? ¿De qué manera? ¿Sería de utilidad en su trabajo
monográfico?
c) En su
tema de monografía, cómo plantean los medios la posición del movimiento como
sujeto de necesidad, de derecho o de decisión.
Movimientos sociales
y medios de comunicación. La cuestión de la incidencia de los medios sobre la
percepción de la realidad.
Según Sadaba el objetivismo
parecería ser el ideal periodístico, según éste la verdad informativa estaría
garantizada a partir del cumplimiento de reglas claras que permitirían separar
los elementos subjetivos de los objetivos. Pero éste parece ser sólo un
elemento defensivo que utilizan los periodistas ante los ataques del público,
ya que en realidad el objetivismo sería uno de los aspectos más ideológicos del
discurso periodístico. Esta pretensión de ser objetivo ha tenido tanta
influencia que, aunque se entiende que tal objetividad no existe, sería un
ideal a seguir. Una de las maneras de tender a ello sería presentando todos los
puntos de vista sobre una noticia, para que el lector pueda sacar sus propias
conclusiones. Aunque esta tampoco sería una solución, ya que al presentar cada
una de las variantes, el periodista pondría diferentes énfasis en cada una,
incidiendo en la lectura final del público. Uno de los errores corrientes en
relación a la objetividad es el lenguaje que se utiliza, donde determinados
vocablos implican un juicio de los acontecimientos, una valoración sobre ellos.
La teoría del framing niega
los postulados del objetivismo ya que según éste cuando el periodista cuenta un
acontecimiento encuadra de alguna manera la realidad y aporta su punto de
vista. Igualmente no hay una postura única sobre el framing y según D´Angelo
pueden distinguirse tres:
1. Cognitiva:
interesa comprobar hasta dónde influyen los marcos sobre los lectores, en
cuanto los hacen propios, los reproducen, los reinterpretan o los rechazan.
2. Construccionista:
los individuos negocian los significados, para luego formar sus propias
opiniones.
3. Crítica:
la profesión periodística estaría dominada por los grandes grupos económicos,
que utilizarían los marcos para mantener su poder.
Podríamos agregar una cuarta,
donde los medios se situarían como mediadores entre la realidad y el público,
ya que los medios serían la única manera de acceso “de lo que sucede ahí
afuera”. Esta mediación no sería un mero enlace del medio con la sociedad, ya
que estos también son parte de esa realidad social a la que contribuyen con sus
propios marcos. Para ello los periodistas otorgan a las noticias un encuadre
determinado (frame), es decir una idea central que organiza el sentido de los
acontecimientos y insinúa cuál es la materia tratada. La definición de framing
sería entonces “el proceso por el que una fuente de comunicación, por ejemplo
una organización de noticias, define y construye un asunto político o
controversia pública”.
El concepto de frame está
relacionado con el concepto de agenda.
Esta se compone de los asuntos públicos polémicos que deben ser resueltos, es
decir, aquellos que afectan a un número importantes de ciudadanos. En la agenda
mediática se encuentran aquellos que adquieren mayor relevancia por ser
difundidos de modo masivo. Por otra parte, se supone que ésta puede ser
cuantificable. En efecto, la medición de la opinión pública puede basarse en
datos acumulados o individuales, o también se pueden analizar cuáles son los
temas o asuntos de mayor circulación.
Aunque las distintas agendas
tienen sus propias estructuras (políticas, públicas o mediáticas), las tres
tienen una íntima relación y en algunos casos se retroalimentan.
En el caso de la agenda
mediática, los estudios han girado en torno a la teoría de la agenda-settings,
que se centra exclusivamente en el estudio de la agenda de los medios de
comunicación, en cómo se establece la agenda del público. A partir de algunos
estudios se ha demostrado la existencia de una importante correlación entre la
importancia que en los medios se otorgaba a un tema y lo que la sociedad
consideraba como prioritario. Por lo tanto, los medios establecían la agenda
del público. En otros estudios, se establecía que los medios además nos dicen
cómo pensar sobre ciertas cosas. Y es aquí donde el framing y la agenda-setting
comparten un mismo campo, aunque en el caso del framing se concibe al individuo
más activo, es decir participante del enmarcado. La diferencia se encontraría
en que los frames o marcos se situarían en el campo de la elaboración de las
agendas, más que en el de sus efectos. “La agenda setting está relacionada con
la transferencia y la accesibilidad; el framing con la interpretación del
mundo”.
Un paso más presenta la teoría
de la agenda building, donde se supone que los efectos de los medios dependen además
de: cuál es el contenido de los medios, cómo se crean y cómo se presentan. Se
analiza, por lo tanto, cómo se genera la noticia, proceso en el cual se
realizan los enmarcados o el framing.
En este sentido, algunos
estudios como el de Tuchman trasladan las ideas de la sociología interpretativa
al modo de entender el trabajo de los periodistas y del proceso de elaboración
de una noticia. Señalando que los
elementos que determinan los marcos interpretativos de los medios de
comunicación son su organización y las actitudes profesionales de los
periodistas que trabajan en ellos. En este caso los marcos serían las normas
transmitidas y compartidas por los miembros de una redacción a través de las
cuales se analiza la realidad sobre la cual se informa. La noticia se
constituiría como un proceso de socialización a partir de una determinada
metodología en donde se recogen, se seleccionan y difunden la información,
dependiendo de la organización en la que se trabaja. Su análisis se enfoca en
los factores que repercuten en las organizaciones: el lugar desde donde se
cubre la noticia; la organización de las distintas secciones; quién es el
seleccionador de la noticia; el momento en que sucede la noticia; y la
tipificación de la misma (noticias duras, cuestiones importantes; o noticias
blandas, cuestiones más superficiales).
Todos estos condicionamientos
constituyen el marco a través del cual el periodista mira la realidad. Pero
también, a partir de este marco la noticia define y da forma el propio suceso.
Es decir, que el significado de los hechos los da el periodista, ya que los
hechos no tienen significado.
Para explicar el
funcionamiento de estos marcos, Tuchman utiliza dos conceptos: reflexividad e
indexividad. La primera se refiere a que
las crónicas se encuentran insertadas en la misma realidad que definen, registran
o estructuran. Los marcos permiten que los sucesos puedan ser comprendidos. La
indexividad es la facultad que permite que un suceso pueda ser explicado fuera
del contexto en el que se produjo, pero necesitan de un contexto propio. La
reflexividad de las noticias hace que se ordene la realidad para hacerla
accesible a las audiencias; la indexividad convierte la noticia en un
significado para los que la reciben. Ambas características son elementos
integrantes de la transformación de los sucesos en acontecimientos
informativos. La conformación de los marcos interpretativos en los medios sería
un proceso de mediación entre una realidad que no vivimos directamente, contada
por periodistas a los que no conocemos, para una audiencia con la que no
convivimos sino virtualmente.
Aquí hay una transformación en
el modo de entender el framing, desde los estudios de los movimientos sociales
se consideraba que la elaboración del sentido de los acontecimientos era una
construcción social de la cual también participaban los medios. En cambio las
investigaciones en comunicación señalan que son los medios los que imponen el
significado. Esto lleva a considerar que las noticias también son creadoras de
realidad.
Otros autores señalan la
importancia de la presentación de las noticias, donde también se podrían
descubrir los frames: la ubicación de la noticia, su título, las fotografías,
etcétera. Pero en el proceso de elaboración hay muchas cuestiones que no se
reflejan en el proceso noticioso, pero que resultan decisivas para entender el
resultado final. Es decir, los frames no se reducen a la forma en que una nota
está redactada, ni a los elementos visuales, aunque determinadas palabras,
connotaciones y formas podrían ser indicadores válidos de los marcos
interpretativos. Por lo tanto, para descubrir los frames se precisa una lectura
de las noticias que remita a contextos más amplios. Estos se encontrarían no
solo en los textos, sino también en el emisor, el receptor y la cultura donde
aparece el mensaje. Los mensajes instauran significados que los receptores
pueden comprender de acuerdo a un determinado contexto cultural. El intercambio
de contenidos sería imposible de no existir estos significados compartidos.
Los frames se encontrarían en
los cuatro lugares que hemos señalado, los periodistas deciden qué comunicar guiados
por sus propios esquemas de conocimiento; los textos contienen frames en los
que se presenta o no determinadas palabras claves, fuentes de información o
imágenes; por su parte, los receptores cuentan con su propia forma de pensar,
coincidiendo o no con las de los periodistas y con el resultado de las
noticias; y, por último, la cultura es el reservorio de los frames que se
invocan comúnmente. Esta introducción del público en el análisis, procura
descubrir hasta qué punto los enfoques de los medios determinan los
significados que el público acepta como auténticos.
Entman concibe el framing como
una selección de la realidad, puesto que los medios resaltan o esconden
atributos de las cuestiones con el consiguiente impacto en la opinión pública.
Esta selección puede genera además una rutina en la cobertura.
Otro concepto importante para
analizar esta cuestión es el de key events, estos se producen cuando un hecho
tiene tanta relevancia que atrae una mayor cobertura y genera esquemas
periodísticos propios y prioritarios. De esta manera, se generan frames
persistentes, donde los frames iniciales van a determinar cómo se presentaran
las cuestiones referidas al mismo tema en el futuro.
El artículo de Gómez muestra
claramente que los procesos de enmarcados son históricamente determinados,
tanto los movimientos sociales (MS) como los medios de comunicación son
productores o fuentes de procesos cognitivos, proporcionadores de marcos de
percepción y comprensión de acontecimientos y situaciones sociales. La lucha
por la definición de ciudadanía, es decir, quiénes, cómo y en qué los MS pueden
ser reconocidos como agentes políticos, es elemento de una lucha simbólica que
cambia permanentemente con las coyunturas y los procesos enmarcadores pasados. El
artículo, a través del análisis de la historia reciente (desde la década del
noventa hasta el conflicto con el campo) indaga sobre los cambios producidos
con relación a la producción de significados en torno a la lucha política y el
conflicto social.
En este sentido, una de las
funciones elementales de cualquier intento enmarcador es la de atribución, donde tanto los medios como
los movimientos sociales pugnan por la construcción de sentidos y disputan
sobre la atribución de rasgos e identidades a los protagonistas de los hechos.
El medio no solo vende espectáculo para atraer a la audiencia sino que también
vende esquemas de elaboración de sentido acerca de los hechos que está
mostrando. Existen dos factores causales que inciden en la conformación de las
claves “mediatizadoras”. Por una lado, el imperativo de lo “noticiable”, es
decir de aquello que puede atraer la atención del público. Y, por otro lado,
los intereses propios de las propias empresas de comunicación, que priman a la
hora de la construcción de la noticia.
En general los estudios sobre
la relación entre los medios de comunicación y los movimientos señalan que debe
haber un intercambio entre la visibilidad y la repercusión de los reclamos y la
espectacularidad y la atención pública. Asimismo, los estudios confirman que la
eficacia de los medios sobre las audiencias es mayor cuanto mayor es la
distancia social del público con el tema tratado, y además cuando el
conocimiento con relación al hecho o tema es muy bajo. El éxito de los medios se
basa en su capacidad de estimular al público a utilizar un marco interpretativo
ya disponible y arraigado en ellos, para interpretar otro tipo de temas o
eventos.
La forma más común de
enmarcamiento mediático de las acciones de los movimientos sociales, es la de
poner en primer plano las acciones espectaculares, dejando de lado las tareas
organizativas, culturales, sociales que permiten dicha acción. Por ello es
necesario que los MS combatan el enmarcado mediático mediante algunos recursos:
en primer lugar, tratando de dejar la menor libertad posible para que los
medios produzcan un reenmarcado o una manipulación mediática de las protestas;
en segundo lugar, tratando de evitar la estigmatización, intentando moderar o
descartar el uso de la violencia; en tercer lugar, la construcción de canales
propios y más controlados de comunicación.
Una clave importante del
enmarcamiento mediático, es de atribución o negación de atribución de
“agentividad”, es decir, la posibilidad de ciertos grupos como actores
legítimos de enunciación de significado sobre el orden colectivo o, por el
contrario, grupos privados de esta posibilidad. En este sentido los medios de
comunicación generalmente enmarcan a las clases populares como objetso pasivos
dentro de un orden y no como sujetos activos capaces de cambiar o intentar
cambiar un orden. En relación con ello, algunos análisis plantean tres grados
de importancia con respecto a la responsabilidad y capacidades de incidencia
sobre el orden social de los distintos grupos.
1_ Sujetos de necesidad: se
los reconoce como meros carentes, damnificados, víctimas que en su fragilidad
pueden ser manipulados o utilizados. Serían meros receptores de la solidaridad
colectiva, dependientes de la atención del Estado.
2_Sujetos de derechos: Son
víctimas de una injusticiaa o portadores de intereses propios reconocidos como
legítimos. Estos tienen capacidad de acción en tanto dejen en manos del orden
la respuesta a sus demandas. Estan limitados a la queja, beneficiarios de la
corrección del orden dado.
3_Sujetos de decisión: Son
responsables y autosuficientes, no están condicionados por necesidades ni
injusticias, están legitimados para expresar sus preferencias sobre el orden
colectivo y el bien general. Estos son capaces de tomar decisiones en lugar de
sus representados o grupos inhábiles.