viernes, 13 de septiembre de 2013

DEVOLUCION TP UNIDAD 2B

DEVOLUCION TP UNIDAD 2B

1) Respecto de Elster y las paradojas de la acción colectiva.
Miguel cuestiona a Elster pero no contesta la pregunta acerca de cómo se suele comportar él... mmmmm muy sospechoso.
Fernán va al asunto de las tres actitudes ante el dilema del free rider pero tampoco confiesa qué hace él.... mmmmmmm muy sospechoso. 
Florencia se considera una kantiana abnegada y universalista.... mmmmm más sospechoso aún.
Jerónimo también adopta la máxima kantiana, pero reconoce un tema importante: EL PRINCIPISMO suele tener costos hacia otros (rememorando la famosa antinomia weberiana entre ética de responsabilidad y ética de convicción). El kantiano invocando el bien superior colectivo y su propio “sacrificio” legitima la transferencias de costos hacia otros individuos o colectivos.
Alina queda bien con todo el mundo, cumple la consigna, cumple con Elster, lo que se llama una respuesta “políticamente correcta”. En el mismo sentido va la escueta respuesta de Sebastián.
Florencia Aguilera introduce la cuestión mayor de la tensión entre lo individual y lo colectivo a nivel ideológico y cultural. Sin embargo, esta cuestión también está atravesada por paradojas: los individualistas partidarios de la libre iniciativa privada tienen que organizarse colectivamente para defenderla, lo mismo que los que sostienen causas supuestamente colectivas no pueden ignorar los intereses individuales de los que luchas por esas causas colectivas. Tiene razón Florencia en que los justicieros trazan el mínimo de racionalidad: la acción colectiva con sus costos y riesgos tiene sentido si al menos el beneficio individual medio o mayoritario los justifica.
Marina dice bien que depende de cada tipo de lucha. Hay luchas donde la implicancia de los intereses individuales son directos e inmediatos (aumento salarial, por ej.) y en otros que son muy indirectos (inclusión social, igualdad de género, ley de medios, etc.). Pero esto no sé hasta qué punto condiciona la adopción de decisiones de participar en la lucha en sentido kantiano, utilitarista o justiciero. ¿Uno va a una marcha por la igualdad de género aunque sepa que no va ir nadie más y no va a tener repercusión o uno se suma cuando ya el movimiento demuestra su importancia? 

2) Soluciones al dilema del free rider.

Miguel menciona con acierto el peso de la integración cultural comunitaria campesina en Bolivia, pero no entiendo cómo relaciona a la guerrilla del M26 cubana con las soluciones de mercado: ¿fidel les pagó a los que se embarcaron en el Gramma?. Acá puede haber un error de comprensión del texto de Lichbach. En realidad si el argumento es que eran sectores medios pudientes los primeros integrantes de la guerrilla, los incentivos de mercado son menos eficientes.

Fernán propone el conflicto con el “campo” y arriesga la hipótesis de una solución comunitaria para acercar a las clases medias urbanas pero luego no terminó de entender el argumento. En realidad el ejemplo es bueno si se consideran las apelaciones a la “patria”, la unidad de los “argentinos de bien”, la equivalencia de campo=nación, etc.
El ejemplo sobre solución jerárquica no se entiende atribuida al peronismo, los empresarios, los sindicalistas, no se entiende bien, mucho menos la del 17 de octubre. Si hay algo que el 17 de octubre no fue, es algo jerárquico: las masas desconocieron la resolución del C.D de la CGT. A repasar algo de historia ¡que no viene mal!

Es muy bueno en cambio el ejemplo de los comedores de Florencia P. y el intento de solución sobre la base de valores comunitarios. Pero en este caso no se ponen en juego valores o identidades comunitarias sino una ideología “comunitarista” moralista. En realidad la solución comunitaria supone la invocación de identidades fuertes preexistentes o valores o costumbres arraigadas: el cristianismo popular, la pertenencia a una etnia particular o culto religioso, por ej.  También es bueno el ejemplo del EZLN como solución de contrato y autogobierno.

 Jerónimo en cambio plantea que los desocupados resuelven por sentido de pertenencia al grupo. Creo que esta hipótesis es falsa por lo menos en la fase inicial y de ascenso de estos movimientos ya que las acuciantes necesidades aglutinaba gente que no se conocía entre sí e incluso que recelaban entre sí. Las soluciones que ofrecían estos grupos pasaban claramente por criterios de equidad en la distribución de los planes y beneficios obtenidos entre quienes más participaban en las luchas y la organización: es decir una solución de mercado (expectativa de beneficio) y de contrato (cumplimiento equitativo).
Acierta con las soluciones comunitarias vinculadas al centro simbólico de la tierra en el caso del campesinado indígena boliviano.
Alina malinterpreta solución de mercado con competencia de grupos opuestos. Esto es una seria confusión. Tampoco creo que sea muy atinada la idea de la lucha estudiantil contra la Ley universitaria del 95 como un tema de “valores comunes”, en todo caso habría que justificarlo mejor. Hay que releer el texto, el texto de apoyo o preguntar mejor a los profes.
Florencia A. propone ERP y Montos como ejemplos de valores comunes o sea por la homogeneidad ideológica. Es atendible pero también hay que recordar que las organizaciones militares básicamente evitan los free riders y oportunistas a través de la disciplina interna y la jerarquía de mando.
El ejemplo de Marina es interesante: la lucha por el edificio con la toma de la facultad incluyó estrategias comunitarias. Pero esto debería fundamentarse si se hubiese apelado a identidades e idiosincracias propias de sociales. Llamar a asambleas no es en sí misma una solución “comunitaria”. Si hay necesidad de hacer algo para “reforzar el compromiso”, eso mismo quiere decir que los lazos identitarios y comunitarios son débiles.
El ejemplo de Sebastián es escueto pero preciso: efectivamente la Iglesia invoca sacrosantos valores identitarios para evitar desertores y también un toque de jerarquía: de hecho los colegios católicos “obligaban” a alumnos y padres a participar de las marchas.

3) Sobre empresarios sociales

Miguel propone a Blumberg y De Angelis acertadamente. La particularidad del primero es que su calidad de “víctima” sufriente le otorga el capital social que moviliza como “empresario social” al que pretende adicionarle “el título de Ingeniero”. También Jerónimo y Alina lo proponen, espero que no sea por la burda coincidencia de que Blúmberg es de hecho de ocupación “empresario”. La palabra empresario en la teoría de la movilización de recursos tiene valor figurativo, metafórico, no literal. No obstante es alguien traslada su “respetabilidad” como directivo gerencial al movimiento de la seguridad y por tanto el ejemplo me parece correcto. También es acertado el ejemplo de Castells en su momento con los jubilados. Pero ojo que no cualquier líder es un empresario social. Por eso que el ejemplo de Moyano que propone Marina es completamente equivocado y supone un error de comprensión del concepto.
Fernán propone a Lanata y aunque es para discutir pero me parece que acierta.
Florencia P. propone a la chechu Pando, y aquí habría que hacer una disgresión: en tanto militante de una causa no es una empresaria política pero en tanto que por su tipo de personalidad desinhibida y brutal tiene un capital mediático que trasporta al movimiento le cabe la figura de empresaria del movimiento.
Sebastián invoca una consigna pero contesta otra en dos renglones. ¡que no se note tanto que están apurados y llenan el TP para zafar!

Respecto de las oportunidades políticas del movimiento anti K es interesante el aporte de Florencia A.: la disputa con Clarín y el accidente de Once evidentemente configuran ventanas de oportunidad políticas. Cabría agregar que otros “traspies” del gobierno: el fracaso de Repsol y el embargo de los fondos buitres podrían haber significado una oportunidad pero terminaron fortaleciendo al gobierno.

DEVOLUCIONES DE AVANCES DE MONOGRAFÍAS

Grupo: Sebastián Pontoriero, Alina Ricci y Ramiro Tissera
Tema: toma de sociales en 2010

El fenómeno de la lucha estudiantil en Sociales es interesante y encuadra perfectamente con el Taller, y por si fuera poco podría contribuir al debate interno. Así que es muy bueno que lo hayan elegido. Pero el problema es cómo ajustar el eje de análisis: la cuestión reivindicativa en sí misma e institucional es me parece aburrida y corre el riesgo de volverse redundante. Mucho más interesante es sondear las características del alumnado de sociales (fuentes primarias, censo estudiantil, etc.) y sobre todo las características de la militancia estudiantil y poder relacionar ambas con el reclamo del edificio y la opción por la toma: hacer biografías militantes, caracterizaciones de clase de las familias de los militantes, las relaciones de esto con las prácticas de participación/movilización de los alumnos, la particularidad del proceso de movilización en la toma, las actitudes de los profesores, y las autoridades  vistas por los alumnos, etc. Qué construcciones de sentido se hacen en torno al tema edilicio.
La sugerencia es que propongan una serie de preguntas analíticas pero ajustadas a estas dimensiones y ejes clasistas de la movilización, y que vayan delineando el planteo metodológico adecuado: fuentes, entrevistas, contactos, criterios para seleccionar los entrevistados, etc.

Jerónimo Pazos Padilla
Tema: asambleas ambientalistas

Desde ya el tema es de interés, actualidad y enmarca perfectamente en el taller. El tema es el recorte y la focalización: son demasiadas preguntas, hay que seleccionar qué aspectos van a ser ejes de la monografía. Las cuestiones de extractivismo y modelos de desarrollo ya están bastante desarrolladas por Svampa, Giarraca y otros. A mí los que más me interesan y que podrían aportar sobre lo que ya se sabe es la cuestión de las clases medias del interior del país que se movilizan por estos temas. Cómo definen sus intereses y cómo ven amenazados sus estilos de vida, cómo construyen su protagonismo en torno a la defensa de bienes comunes, cómo se relacionan con otros sectores, definen oponentes y aliados, etc. Es decir, analizar las asambleas ambientalistas desde el posicionamiento de clase de sus integrantes.
La sugerencia es que formules preguntas analíticas y objetivos de la monografía exclusivamente en torno a esta cuestión.
El otro tema es què planteo metodológico con qué fuentes, accesos a los movimientos, criterios de selección de casos, etc.
  
Fernán Gaillardou
Tema: la militancia juvenil del PRO

Es excelente el tema por lo nada estudiado. Pero faltaría focalizarlo, es decir, acotarlo, darle un eje más fino: yo trabajaría con las trayectorias políticas familiares y las experiencias de politización y socialización política, las formas de capital económico, social y cultural movilizadas en este tipo de inserción política juvenil. Es decir, te sugeriría que hagas las preguntas y traces los objetivos en torno a estas dimensiones exclusivamente. Luego habría que pensar un planteo metodológico: fuentes, contactos, accesos, etc.