lunes, 27 de agosto de 2012

TEXTO DE APOYO Y TRABAJO PRACTICO UNIDAD 3. Parte A

 
Los textos de Giddens y Crompton señalan el conjunto de limitaciones con que se topan los planteos clásicos herederos de Weber y Marx en la evolución de los capitalismos avanzados, sobre todo a partir de los años ’60. Las tendencias  a la despolarización de la estructura de clases, el crecimiento de los sectores de servicios y del trabajo no manual, el abandono del trabajo como fuente de identidad y de pertenencia colectiva, las orientaciones culturales consumistas e individualistas, la incidencia de diferenciaciones raciales y de género, el surgimiento de actores políticos transclasistas (ecologistas, pacifistas), el desclasamiento del voto (apoyo electoral de clases obreras a conservadores), etc. pueden resumirse en tres grandes procesos que debilitan el análisis de clase: el “pos industrialismo”, el “pos fordismo” y el “pos modernismo”.
El esquema giddensiano que apela a los procesos de estructuración de clase puede decirse que constituyeron el último gran esfuerzo de enfrentar estos problemas con las herramientas legadas por los clásicos. La solución de Giddens es simplemente pensar las clases como capas de determinaciones sociales que empiezan por el mercado de trabajo, siguen en los factores comunitarios y demográficos  y terminan en aspectos de status y prestigio, sentidos de pertenencia e identidad, sin olvidar el papel de la lucha de clases. Giddens hace un verdadero melting pot que mezcla todo y así multiplica las dificultades más que subsanarlas.
Los enfoques contemporáneos que parten de Olin Wright y Bourdieu (ambos tienen antecedentes en Poulantzas el primero y en Norbert Elías el segundo) comienzan a modificar o abandonar de manera ostensible los parámetros de la tradición marxiana y weberiana y en este sentido podría decirse que inauguran una etapa posclásica.
O. Wright avanza en un modelo de determinación global que categoriza las relaciones entre estructuras económicas y políticas con la lucha de clases. Podríamos decir que los aportes sustantivos a este respecto son dos: 1) lejos de la tradición clásica, la lucha de clases no se deriva del mercado o las relaciones de producción, sino que establece una serie de relaciones de limitación y transformación. La lucha de clases no permanece como efecto exterior a la estructura sino que es la forma misma del proceso de transformación de la estructura. El “secretillo” del esquema de O. Wright es que si la estructura económica puede establecer un límite de compatibilidad funcional a otras estructuras, no puede establecerlo sobre la lucha de clases. La lucha de clases está limitada pero es “libre” frente a las estructuras, es decir puede transformarlas.
2) Además las relaciones de limitación (que en los planteos clásicos era la única reconocida) entran en no correspondencia con los de reproducción. Una estructura económica puede establecer límites de variabilidad a las estructuras políticas y la lucha de clases pero ello no garantiza que las intervenciones políticas y la lucha de clases asuman un papel no reproductivo y de mediación o transformación de las mismas estructuras.
El otro de los aportes rupturistas en lo teórico de este autor es la idea extraordinaria de que las clases medias tienen posiciones estructuralmente ambiguas o contradictorias pero no por ello dejan de ser clases. Las clases medias no pertenecen a un modo sino que cruzan dos modos de producción: el mercantil simple y el capitalista.  Asimismo es importante el análisis de los tres procesos contemporáneos que inciden en los procesos de establecer fronteras de clase entre las clases medias: la pérdida de control en el proceso de trabajo, la diferenciación de funciones del capital entre propiedad y gestión, y las jerarquías de autoridad y las formas de control técnico impersonal.
También es novedoso el planteo de diferenciar interés de clase y capacidades de clase (estructurales y organizativas), abriendo conceptualmente la cuestión del proceso de formación de clase que, a su vez, es objeto mismo de la lucha de clases.
También es importante la discusión sobre el concepto de explotación, que es un tradicional pilar de las teorías clásicas. Aquí se ve algo poco señalado: la explotación supone niveles de dependencia recíproca entre explotador y explotado, a diferencia de las relaciones de opresión. Es clásico el planteo de Wright en tanto que clase se sigue refiriendo a relaciones de explotación y no de opresión, pero no obstante las relaciones de dominación de clase (regulan el nivel de esta interdependencia o reciprocidad) son importantes aunque subordinadas a la explotación.
También son aportes muy sugestivos la manera de caracterizar el poder de clase como en tres dimensiones situacional, institucional o sistémico.

No es menos novedoso el planteo de P. Bourdieu en el Cap. 2 de ese clásico de la sociología de la cultura que es La Distinción. Allí se establecen con gran fuerza los conceptos analíticos del “espacio social”, es decir, el locus sobre el que se hacen inteligibles las clases sociales. En este capítulo Bourdieu desarrolla una teoría de las clases sociales sobre las nociones de habitus, campo y especies de capital que intenta superar las limitaciones metodológicas y analíticas de los planteos empiristas, marxistas, etc. El procedimiento constructivo adoptado asume la forma de una topografía móvil o de mapa dinámico en el que se intersectan los planos sincrónicos estucturales y diacrónicos tendenciales.
La problemática de las clases es definida como aquella búsqueda de explicación de distribuciones de bienes y prácticas, aclarando dos cosas: a) que los  bienes no son objetividades dadas sino que se inscriben en usos sociales asociados a estilos de vida, donde los productos son también productos de las disposiciones de los agentes (formas de percepción, acción y apreciación) ; y b) las prácticas no son puras elecciones voluntarias y concientes indeterminadas sino que deben ser comprendidas no como simples efectos mecánicos de la posesión de capital objetivado social y económico, sino también como estructuradas a través de habitus (capital incorporado) y en relación a las fuerzas y tensiones que atraviesan los campos específicos en donde se ponen en juego. No solamente las condiciones homogéneas de existencia, sino también las disposiciones incorporadas en los agentes explican la similitud de prácticas.  Además, los mecanismos de acceso a las posiciones de clase seleccionan en múltiples formas visibles o enmascaradas según criterios de evaluación de disposiciones muchas veces “secundarias” . La dialéctica entre la posesión y la disposición es el dispositivo teórico mediante el cual Bourdieu intenta develar la eficacia “objetiva” de las clases sociales.
La causalidad propia de la determinación clasista asume una forma “estructural” y no “lineal” que obliga a indagar cómo cada factor (edad, sexo, residencia, etc.) y tipo de capital es mediado por los otros.  Así Bourdieu presenta un espacio social de constitución de clases, construido en dos dimensiones de tres series: volumen, estructura (composición por tipo) y evolución del capital; y capital económico, social y cultural. Estos espacios ofrecen relaciones variables de congruencia y simetría. Desde grupos que comparten altos volumenes de todos los tipos de capital y son fundamentalmente estables en su composición y permanencia futura, y otros grupos que ofrecen disparidades notables y fuertes inestabilidades. Diversas fracciones de la pequeño burguesía son ejemplos de estos últimos. La evidencia empírica muestra que dentro de diversas clases y fracciones existe una relación inversa entre capital económico y capital escolar y cultural. Las burguesía en sus fracciones superiores se independiza de las exigencias de la adquisición de capital cultural, y en cambio la pequeña burguesía y los profesionales depositan en él su esperanza de sostenimiento y ascenso social.
La contribución más rica del texto es la que analiza las trayectorias, el dinamismo de los campos considerados y las estrategias de los agentes. Todos los grupos tienden a una doble  lucha: para mantener y acrecentar el valor de la especie mayoritaria de capital propio, y por la prevalencia de los criterios de valorización más favorables a ellos en cada campo.
Una de las estrategias de los agentes es la movilidad de capital que puede ser vertical cuando es ascenso/descenso dentro del mismo tipo de capital. Pero las más interesantes son  las que implican un desplazamiento transversal, es decir, entre campos distintos que obliga a establecer una reconversión de valor entre el capital poseido y el capital que se adquiere con él. Es en este sentido que juega la idea de “inversión” como apuesta a un juego de valorizaciones.
En este esquema explicativo, el autor estudia uno de los fenómenos más interesantes del campo cultural: la superproducción de títulos, la democratización de la enseñanza superior y la devaluacion del capital cultural escolarizado.
Las estrategias de aumento del capital escolar chocan con el efecto de pérdida de valor de mercado de los mismos títulos alcanzados. Bourdieu describe el efecto de alodoxia como un autoengaño que retrasa la percepción real del valor objetivo de los títulos, ya que los habitus incorporados siguen aplicando formas de apreciación ancladas en su tiempo de adquisición y no en la situación de mercado actual. Es por ello que la expansión de la distribución de capital cultural escolar se acompaña de una “generación engañada” que no puede alcanzar las expectativas prometidas asociadas a su inversión en esta especie de capital, dando lugar a procesos de desclasamiento o al riesgo de de desviarse por debajo de las trayectorias esperadas. Los sectores de la pequeño burguesía son particularmente sensibles a estas amenazas y ante ellas ponen en práctica estrategias de movilización no solo de su capital social, sino también de búsquedas de posiciones accesibles y acomodamientos que redefinen profesiones y puestos de trabajo. Así, los campos laborales más nuevos, más dipersos y menos codificados dan oportunidades a una gama variada y flexible de empleos semiburgueses vinculados a los servicios personales, medios de comunicación, entretenimiento, cultura y a todas las formas novedosas de ejercicio de la dominación suave y la integración simbólica de las clases subordinadas.
Los procesos de devaluación de títulos generalmente adoptan la forma invisible e insensible y suave que maximiza el efecto de alodoxia multiplicando los errores de apreciación que no tardan en convertirse en crisis personales. Las transformaciones del campo escolar apelan a tres mecanismos de filtrado de las estrategias de ascenso de estos sectores: eliminación suave o rezago progresivo, relegamiento a circuitos educativos explícitamente desvalorizados, y devaluación del valor del título. Si todo esto no fuera suficiente siempre quedan los mecanismos de exclusión, discriminación, selección, cupos, patronazgo, etc. con el que  se preservan espacios y monopolios de oportunidades.
Las estrategias de los grupos y las respuestas de los que disputan con ellos van generando efectos de deformación de la estructura o de traslación de estructuras por la cual las distancias jerárquicas entre posiciones se mantienen no a pesar, sino justamente en virtud de los cambios en los acciones y disposiciones de los grupos. Las propiedades ordinales de los campos se conservan mediante cambios en sus propiedades cardinales (posicionales), concluirá Bourdieu que, sin embargo, termina alentando expectativas de cambios estructurales por los efectos de una crisis de frustración de expectativas generalizadas.
Por último tenemos los textos de Gouldner y Goldthorpe como dos de los principales teóricos de la emergencia de la clase media.  El primero tributario de las teorías del posindustrialismo y la tecnoestructura directamente tiende a considerar a las clases medias como los verdaderos soportes de la sociedad contemporánea y en fuerte disputa con las viejas clases propietarias. Aunque en muchos sentidos este planteo haya envejecido notablemente (la concentración de ingresos y propiedad en el capitalismo global actual refuta claramente sus análisis) no deja de llamar a la reflexión algunos de sus señalamientos históricos. Considero que el Codigo de Discurso Crítico sigue siendo un lenguaje  universal de las clases medias basadas en el saber y la competencia técnica y humanística.
Goldthorpe es un analista de la estructura de clases en el primer mundo y sus hallazgos empíricos hacia finales de los ’80 llevaron a posar la atención en el fenómeno llamado de las “clases de servicios” caracterizadas por evadir algunas de los rasgos propios de las relaciones laborales de asalariados. A la manera de una “incrustación” estamental en el medio de las organizaciones corporativas económicas más modernas, las clases de servicios (gerentes, desarrolladores, técnicos expertos,  etc.) se caracterizan por elevados grados de autonomía en el trabajo, fuertes identidades y sentidos de pertenencia profesionales, bajo compromiso con las organizaciones, son beneficiarios de relaciones de confianza por parte de los propietarios y accionistas, y también tienen expectativas de seguridad y estímulos diferenciales o expectativas de “privilegios” prospectivos (carrera profesional o ejecutiva). Los señalamientos de que estos sectores tienen un amplio reclutamiento de origen popular (merced a la inversión en capital y credenciales educativas) y que podrían ser la base de cuestionamientos al sistema, sostener orientaciones contraculturales y conductas de radicalismo político, no dejan de ser interesantes ya que hay suficientes estudios que localizan la presencia de este tipo de agentes sociales en los movimientos sociales ecologistas, pacificistas, contraculturales, feministas, etc.   

TRABAJO PRÁCTICO 4

Elija una.

1)      Utilice el esquema propuesto por O. Wright acerca de cómo interpretar el papel de la lucha de clases en la determinación de las estructuras económicas y estatales, y en las intervenciones políticas estatales, para procesos históricos de Argentina o A. Latina. Otra manera de formular la consigna es ¿Qué tipos de mecanismos de mediación y transformación ejerce o ejerció la lucha de clases en el contexto de Argentina y A. Latina?
2)      ¿Cuáles han sido las capacidades estructurales y organizativas desarrolladas por las clases medias en nuestra historia reciente?

Elija una.
1)      En términos de la terminología de Bourdieu (volumen, tipo de composición de capitales) cómo caracterizaría la evolución de las clases medias en la Argentina desde la dictadura en adelante. ¿Cómo evolucionó el espacio social de clase media?.
2)      ¿Es posible hablar de una clase de servicios o de Nueva Clase en nuestro país? ¿Qué aplicabilidad pueden tener estos conceptos en nuestro contexto?

DEVOLUCIÓN TP DE Haydee Yovine

Creo que confunde algo los términos, presuntamente por su comportamiento crudamente “utilitario” de conformarse con leer el texto de apoyo y prescindir de Elster. “Utilitario” en el contexto de las teorías de la rational choice significa que sólo se incorpora a la acción colectiva si los riesgos son bajos y la expectativa de obtener ventajas individuales son altas. En general son los típicos free riders que se suman a la acción solo cuando están a punto de repartir los beneficios obtenidos. De manera distinta las orientaciones “justicieras” van a buscar el beneficio para el conjunto y sólo participan cuando estiman que este se vuelve positivo aunque no haya beneficio individual.
La respuesta sobre Lichbach no cumple ni de cerca con la consigna presumiblemente también por leer solamente el texto de apoyo. Se llama exceso de utilitarismo.
Pero curiosamente su comportamiento utilitario se hunde cuando por no aprovechar la ventaja de haber colgado tarde el TP para leer la devolución a los TPs de sus compañeros, comete el mismo remanido error de creer que todo líder es un “empresario social” malinterpretando o no habiendo leído tampoco a C. Jenkins. Creo que acá hay fiaca o desinterés absoluto por los temas o ambos.
Haydee Haydee Haydee...
 

lunes, 13 de agosto de 2012

DEVOLUCION TP UNIDAD 2

DEVOLUCIÓN TP DE Haydee Yovine
Creo que confunde algo los términos, presuntamente por su comportamiento crudamente “utilitario” de conformarse con leer el texto de apoyo y prescindir de Elster. “Utilitario” en el contexto de las teorías de la rational choice significa que sólo se incorpora a la acción colectiva si los riesgos son bajos y la expectativa de obtener ventajas individuales son altas. En general son los típicos free riders que se suman a la acción solo cuando están a punto de repartir los beneficios obtenidos. De manera distinta las orientaciones “justicieras” van a buscar el beneficio para el conjunto y sólo participan cuando estiman que este se vuelve positivo aunque no haya beneficio individual.
La respuesta sobre Lichbach no cumple con la consigna presumiblemente también por leer solamente el texto de apoyo. Se llama exceso de utilitarismo.
Pero curiosamente su comportamiento utilitario se hunde cuando por no aprovechar la ventaja de haber colgado tarde el TP y haber leído la devolución a los TPs de sus compañeros, comete el mismo remanido error de creer que todo líder es un “empresario social” malinterpretando o no habiendo leído tampoco a C. Jenkins. Creo que acá hay fiaca o desinterés absoluto por los temas o ambos.
 
Bueno, veo que tuvieron unas excelentes vacaciones porque hay algunos que no colgaron, otros se olvidaron del nombre en el posteo, y otros no pasaron ni cerca de los conceptos. Seguramente van a levantar la puntería en el proximo recuerden lo dicho sobre elegir textos para exponer y desarrollar el proyecto de monografía.  

1)       Cómo se comporta Ud. Ante una acción colectiva: como un kantiano, como un utilitario o como un liberal democrático justiciero (Elster).

Noel Angarola se inclina tibiamente por el modo kantiano en el sentido de hacer “lo que sería mejor si todos lo hicieran”. Patricia Prado dice que en su experiencia se mezclan las tres orientaciones. No llego a entender la relación entre lo kantiano y la obediencia al partido, creo que serían cosas contradictorias. Regina Vidart y Anaclara Mona también se niegan a “casarse” con alguna orientación dominante. Ahora, en ambos casos se ve que –al no suscribir ninguna orientación fija- hay una cuestión bastante pragmática: depende del contexto para optar por incentivos morales o ideológicos principistas (kantiano) por cálculos exclusivamente de beneficios individuales (utilitario) o por una posibilidad sin mayores riesgos de hacer justicia. Es decir, ¿no se podría decir que la posición de no optar o adherir por una orientación en particular es un subtipo del pragmatismo utilitario?
Jessica es un poco más diáfana y aclara que no le gusta arriesgar cuando en la causa son pocos y no descarta las motivaciones utilitarias.


2)       Busque dos ejemplos de formas de solución predominantes de control de los free riders (colados, oportunistas) o soluciones del dilema del rebelde por parte de organizaciones sociales: 1) en su experiencia propia de participación en movimientos u organizaciones colectivas, 2) en ejemplos procesos de movilización o revoluciones estudiados en esta u otras materias.
Noel propone el reparto de tierras en la Revolución Mexicana, pero no aclara bien el criterio de “los más fuertes”, supongo que se refiere al típico criterio de la justicia revolucionaria: se merecen las tierras aquellos que lucharon por ellas, que es un típico criterio contractual que tiende a incentivar la participación revolucionaria, ya que aquellos que participen en la lucha tienen la expectativa de obtener más y mejores tierras.
El ejemplo de Regina de R. Alfonsín como “free rider” es demasiado rebuscado: no se trata de “aprovecharse” de  una lucha colectiva sino de un capital simbólico “heredado”.
Anaclara Mona propone las movilizaciones actuales de estudiantes, “indignados”, 99%, etc. pero no aclara cómo constituyen ejemplos de soluciones al control de los free riders.
El ejemplo de Jessica sobre el centro comunitario de boedo es escueto pero certero: las relaciones comunitarias son también una base de solución para evitar a los aprovechadores. En este caso uno de los primeros escollos es el intento de capitalizar políticamente por parte de estructuras militantes antimachistas: los vecinos deben velar por el objetivo de preservar su patrimonio barrial y pueden controlar los intentos de aprovechadores gracias a los lazos de confianza interpersonales y la identificación comunitaria.

3) Sobre el texto de Craig Jenkins (tome uno de 4)

A) En los procesos de movilización social en la Argentina ¿Quiénes podrían encajar con la figura de “empresario” social o político respecto de los movimientos sociales?.

El ejemplo de la Cámpora que propone Patricia no se compadece del concepto que aparece en C. Jenkins de “empresario social”: es una figura que trae “recursos” tangibles e intangibles propios y patrocina la causa o los reclamos posibilitando la visibilidad pública o una mayor legitimación del reclamo. De manera típica los pastores evangélicos que se plegaban o impulsaban al movimiento de DDCC, Nito Artaza que siendo artista reconocido se puso al frente del movimiento de ahorristas tras el corralito, numerosos científicos que militan activamente en el ecologismo, etc. Militantes que disponen de recursos es el concepto contrario: implícitamente el razonamiento de Patricia lleva a pensar que los militantes de la Cámpora se suman a ella para gozar de los recursos “oficiales”, por lo que distarían de ser empresarios sociales, que es exactamente al revés: ponen sus recursos al servicio de la movilización, no se movilizan para obtener recursos. Más allá de la equivocada aplicación del concepto de empresario social queda también una cierta incongruencia: se dice que la Cámpora creció con el conflicto agrario y con el duelo por la muerte de Néstor K., en ambos casos lo que aparece más posible como motivación para la movilización son cuestiones de compromiso ideológico y eventualmente emocional y no tanto incentivos para el acceso a recursos.
El ejemplo de Regina sobre Milagros Salas también tiene el mismo defecto: el concepto de empresario no se aplica a Milagros por la sencilla razón de que los recursos de ella y su organización no son previos a la lucha sino producto de la movilización. 
El ejemplo de Anaclara también es fallido: en general los dirigentes políticos y sociales que no traen “capitales” de prestigio previos no pueden ser por definición empresarios sociales. Desde ya 6-7-8 es un programa periodístico pero curiosamente sus integrantes no forman parte conocida de ninguna organización militante. Serían empresarios sociales si a partir de su capital simbólico obtenido en la actividad mediática, impulsaran movilización y organización colectiva desafiante. Apoyar desde un medio determinadas causas políticas o movilizaciones no los convierte en empresarios sociales según el concepto de la teoría de la mov. De recursos.

B) Tome un movimientos social cualquiera (desde piqueteros hasta HIJOS) y analice todos los tipos de recursos tangibles / no tangibles, etc. movilizados y su importancia. ¿es igual o no a los casos mencionados por Jenkins en EEUU?

“Anónimo” acierta al partir del criterio que la movilización es el proceso mediante el cual un grupo se asegura el control colectivo sobre los recursos necesarios para la acción colectiva pero no estoy tan de acuerdo con el intento de analogía entre los movimientos de DD civiles (negros) en EEUU e HIJOS. En EEUU las estructuras de movilización de base utilizadas fueron las iglesias evangélicas y/o islámicas mientras el caso de HIJOS en el mejor de los casos se apoyó en otros organismos de DDHH previos. La profesionalización de la movilización entre los movimientos ecologistas y pacifistas creo que es bastante diferente a la que puede observarse en HIJOS.
Jessica pone en duda si los recursos son tan importantes y si se puede prescindir de los agravios para explicar los movimientos pero la teoría de mov. De recursos no niega los agravios sino que se limita a decir que son condición necesaria pero no suficiente: sin movilización, oportunidades, etc. , con puro descontento y demandas no hay movimiento.

C) Mencione algunos factores políticos importantes que han favorecido la aparición de Mov. Sociales en los últimos años en nuestro país ¿Cuáles serían las oportunidades políticas que han aprovechado?.

D) Desde el punto de vista de la movilización de recursos elija algún proceso revolucionario que conozca y conteste ¿Qué recursos fueron movilizados durante ese proceso revolucionario?