lunes, 31 de octubre de 2011

DEVOLUCION PROYECTOS MONOGRAFIAS

Acá van los comentarios, además de los que hice en clase. Cualquier consulta o duda particular me escriben al mail. Los que falten presentar proyecto, lo cuelgan y me escriben avisando. Saludos. 

Raúl Peñalba
Ya fue realizada la devolución y sugerencias en clase. En general está muy bueno el planteo con la sola debilidad que las fuentes son todas secundarias. Habría que buscar la forma de tomar contacto con algún miembro o documentos originales del movimiento.

Pablo Cotarelo.
Muy bien elegido el caso de La Alameda, es uno de las organizaciones populares urbanas más interesantes porque trabajan con los segmentos de indocumentados extranjeros, talleristas, mujeres, etc.. Tengo entrevistas grabadas que pueden ayudar. Falta aclarar los contactos e incluir alguna dimensión simbólica: cómo enmarcan y cómo se han manejado con la prensa que ha sido su gran aliado.

Nahuel Audisio y Juan Irigoyen
Perfecto el planteo y el caso elegido. Falta aclarar las fuentes a utilizar, contactos, etc.

Leila Fridman
Excelente tema sobre el que hay pocos estudios. Sería buenísimo que pudieses entrevistar al mismo Blumberg. Sobre la relación con el gobierno tengo bibliografía teórica que te puede ayudar, haceme acordar que te la lleve.

Julia Lombardi
La devolución fue hecha en clase. Está muy bien el planteo y la selección de casos. No olvidar que el eje importante no es la cooperativa en sí sino el conflicto que está en su base.

Tomás Scarani y Jorge Bermúdez
La devolución fue hecha en clase. Está muy avanzado el planteo teórico y el conocimiento de los movimientos ambientales pero hay que recortar el objeto de estudio, centrarse en un par de dimensiones y en un par de casos. No olvidar dimensiones como los antagonistas del movimiento y el papel de las clases medias entre los damnificados, los apoyos, y entre los miembros activos, dirigentes, de los movimientos.

Analía Cafardo
No he visto o recibido el proyecto por mail. Colgalo en el blog y avisame por mail.

Héctor Klimberg
Está bien claro el objeto del trabajo. No hay que olvidar que no nos interesa tanto la Cooperativa como tal, como lugar de trabajo, sino los componentes de conflicto, disruptivos, las luchas que llevaron a ella y los conflictos latentes. Las lecturas teóricas dependen de si te vas a centrar en las dimensiones simbólicas (teoría del enmarcado) o en las dimensiones estratégicas (Tarrow, disrupción, incertidumbre, solidaridad, etc.). Si se centra en temas de relación con el estado y la política hay otros textos a disposición.

Azul Olmeda
Está claro el movimiento elegido y la dimensión a indagar: la relación entre F.Recup. y estado. El punto 6 sobre el puente entre estado e individualismo no lo entiendo. Está muy bien el planteo metodológico y de fuentes. También tengo bibliografía teórica para ofrecerte sobre la relación estado/mov. Sociales.

TEXTO DE APOYO Y TRABAJO PRACTICO UNIDAD 4 PARTE B

Los textos de Offe y  Tarrow son dos de las contribuciones más influyentes para el estudio de los movimientos sociales en los países de capitalismo avanzado. En el caso de Offe tratando de explicar la especificidad de los “nuevos movimientos sociales” (NMS: feminismo, ecologismo, pacifismo, contracultura) de cara a la crisis del estado de bienestar keynesiano (EBK) y al sistema político basado en el dispositivo electoral y los partidos políticos electoralistas. Offe es el primero en conceptualizar de modo categórico procesos como la “mercantilización de la política” entendida como conquista del voto, y sus relaciones con la “politización de la economía” exigida por la colusión entre el EBK y los grandes monopolios privados. De manera diagonal los NMS buscan meter una cuña entre ambos procesos en tanto “politización de la sociedad civil” que se hace a expensas del estado y los partidos políticos y se opone a las consecuencias de la mercantilización y del imperio de los monopolios. Así los NMS introducen una ruptura respecto de un principio fundamental de la política democrática desde la Rev. Francesa: la separación de lo público y lo privado. La politización de la vida privada es un leit motive de todos estos movimientos. “Lo personal es político” proclamaban las feministas. Las formas de vivir, sentir, etc. son objeto de las acciones y discursos de los NMS que no se preocupan de los conflictos de primer orden relativos a la distribución, la seguridad, el crecimiento, sino de los conflictos de 2do. Orden que los hacen posibles: contaminación, carrera armamentista, alienación, consumismo que transfieren los costos a la población civil. Otro punto importante señalado por Offe es el de los resultados o rendimientos (exitos substancia, procesal o político) de este tipo de lucha no convencional que ensayan los movimientos y los mecanismos de neutralización que se ensayan desde el poder político (vaciamiento y cooptación).

"El poder en movimiento" es un texto clásico de la sociología contemporánea de los movimientos sociales. Muy influído por los trabajos históricos de Tilly, Tarrow intenta una sistematización del enfoque de la movilización de recursos. Comienza rescatando los aportes del marxismo: Marx por lo insoslayable del conflicto estructural; Lenin por el papel de la organización y su combate a las concepciones espontaneístas; y Gramsci por la necesidad de un marco de significados y sentidos que aglutinen, permitan pesuadir audiencias y sumarlas a la lucha. Según el planteo de Tarrow los movimientos sociales son formaciones colectivas no convencionales que pretenden llevar adelante luchas mediante la movilización de recursos externos preexistentes y mediante la movilización del consenso de sectores amplios de la población hacia determinadas demandas de transformación.
Este patrón de movilización social y cognitivo da lugar a lo que se llama repertorio modular de la acción colectiva (petición pública, general, indirecta, interpelando sectores sociales o estados y no personas, boicots, petitorios, mitines, barricadas) que se diferencia claramente del repertorio convencional (motines de granos, la petición privada, revueltas campesinas, religiosas, etc.).

Uno de los aportes más importantes es el Cap. 6 sobre los elementos analíticos de la acción colectiva desafiante. Estos se pueden ordenar por pares que entran en relaciones contradictorias entre sí lo que le da al análisis un interesante dinamismo.

El primer elemento es el desafío: toda acción no convencional de carácter contencioso tiene la pretensión de desafiar a los poderes superiores. Estas acciones ponen en cuestión de maneras más o menos indirectas dicho poder.

Para inquietar al poder se usan dósis no de violencia directa sino de amenaza o insinuación de violencia que podría generalizarse. Este tipo de violencia gestual es un arte de manejo dificil que busca no dejar pretextos para la represión y que busca sobre todo preservar la llegada del mensaje de los movilizados a otros sectores sociales más amplios.

Pero para ello deben arriesgar otro elemento importante de los movimientos: la solidaridad. Si los desafíos son muy manifiestos, los públicos que deben ser conquistados (“movilizar el consenso”) para fortalecer la lucha pueden retraerse o colocarse en contra de los movilizados. Sin solidaridades masivas los movimientos tienden a ser derrotados. El leit motive de los movimientos sociales es conseguir la movilización del consenso. Para ello la administración homoeopática de la violencia y los gestos de amenaza y generalización en la movilización, debe producir un efecto fundamental para el éxito: la incertidumbre. Las formas esquivas, indirectas de administración del desafío y la violencia constituyen “formas disruptivas” mediante las cuales las elites quedan maniatadas: todo lo que hagan es peor; si reprimen es peor y si negocian también es peor. Los efectos disruptivos son perseguidos a través de unas tácticas de innovación en los repertorios, se toma un repertorio ya lo suficientemente aceptado como para que no sea aislable y reprimible y se le hacen modificaciones de las que se espera aumente su potencial desafiante y surjan los efectos de incertidumbre.

La incerteza acerca de si el apoyo que la sociedad brinda al movimiento es alta o baja, de si las elites son capaces o no de reprimir y si reprimen la violencia y la movilización serán mayores, y si no reprimen y negocian el movimiento crecerá, etc. es el alimento político que hace crecer los movimientos. Esto es importante, porque ningún movimiento social busca una victoria mediante un acontecimiento decisivo de rendición de sus oponentes, sino una lucha de desgaste donde el éxito en alcanzar las reivindicaciones “cae de maduro” en algún momento por la movilización del consenso.

Otro patrón específico de la dinámica de lucha mediante la acción colectivo disruptiva es evitar la polarización del conflicto y el aislamiento. Un conflicto muy agudo que no permita movilizar consensos más amplios tiende a hacer valer los mayores recursos de poder de los dominantes. Si se pierde la potencial solidaridad de conjuntos sociales amplios con los movilizados, estos llevarán las de perder.

Finalmente, es necesario entender esta dinámica para caracterizar los ciclos de protesta: los movimientos suelen activarse y desactivarse cíclicamente y masivamente. El fenómeno de superposición de movilización/desmovilización de grupos que no tienen mucho que ver entre sí (ciclo ascendente/ descendente) obedece a que las movilizaciones de unos grupos pueden generar oportunidades favorables para otros grupos. La multiplicidad de movilizaciones tiene un típico efecto de indertidumbre. Pero al mismo tiempo que las movilizaciones se multiplican y repiten, agotando su arsenal innovador, se van convencionalizando y con ello va reduciéndose su potencial disruptivo, por lo que sus efectos son decrecientes. Cuando ello ocurre en algún momento comienza a desincentivarse la solidaridad o la capacidad de movilizar y el ciclo se revierte. En definitiva como en tantas otras cosas también el éxito de los movimientos que lleva a convencionalizar el repertorio de acción y generalizar la solidaridad, explica a la postre su ocaso.

El texto de Amparán ofrece una versión sucinta de uno de los desarrollos más sofisticados de la teoría de la acción colectiva como “movilización del consenso”: la teoría de los marcos interpretativos.
El Marco es el conjunto de creencias y significados orientados a la acción y alude al papel de elementos culturales e ideológicos en los fenómenos de transformación de la acción colectiva a movimiento social. Es decir, a qué elementos de los sistemas cognitivos y culturales apelan los movilizados para conquistar el consenso de audiencias y públicos masivos y movilizarlo. El análisis de procesos de enmarcado entonces apunta a la lucha en torno a la definición de problemas, soluciones y acciones estratégicas que proponen los movimientos con el cual buscan “persuadir” o moldear las formas de percepción social sobre determinados asuntos.
Las funciones de los enmarcados que proponen los MS son: a) puntualizan, señalan, ordenan, captan, descifran; b) atribuyen, imputan, acentúan, direccionan, conciben salidas o metas; c) articulan, unifican acciones y experiencias. Es decir condensan y simplifican “el mundo que está ahí”.
Los movilizados pugnan por el “Alineamiento de Marcos” con los grupos, o audiencias que les interesan conquistar. El alineamiento son los esfuerzos de acercar, sintonizar o poner en correspondencia y congruencia ideas, valores, creencias, intereses, definiciones de situación de los MS y sus impulsores con los de un grupo o conjunto de individuos “potenciales” militantes, simpatizantes o apoyos.
Hay 4 procesos de alineamiento de acuerdo a la distancia inicial entre los marcos de los movilizados y los marcos de los destinatarios.

a)      Puente: enlaces o conexiones entre dos marcos altamente congruentes pero hasta ese momento separados. Apela a un inmediato compartir de injusticias o agravios. Sensibilización y reacción inmediata que permite métodos de difusión masivos y con elevado anonimato: redes, correo, firmas, listas.
b)      Amplificación: resaltar o sobrecargar importancia de valores o creencias ya instaladas. Alterar jerarquías o prioridades de públicos destinatarios: - de valores (olvidados, o reprimidos). Persigue la concientización; - de creencias claves interpeladas mediante slogans: de gravedad, de causalidad, de estereotipos de adversarios, de posibilidad de cambio, de necesidad y conveniencia de la movilización de protesta. Persiguen “optimismo” y “esquematización” o “sencillez” de comprensión.
c)      Extensión: cuando hay desacople o distancia entre los movimientos y los públicos destinatarios, nuevos públicos a los que se quiere sumar, etc. se apela a ideas, intereses, motivos secundarios para el movimiento pero importantes para los potenciales adherentes. Introduce temas “gancho”.
d)      Transformación: cambio o resignificación, innovación cognitiva, relectura y reinterpretación de la realidad. Sobre todo superar el paso de “lo aceptado como normal” al “rechazo por injusticia”. Atribuciones causales, culpables, enemigos.

Todas estas operaciones de alineamiento se hacen en torno a tres tipos de contenidos de los marcos.

a)Diagnóstico: define problema, injusticia, agravio; b) Pronóstico: anticipa consecuencias favorables de la intervención; c) Motivación: alicientes, esperanzas y satisfacciones, aliento a la AC.  Este último es muy importante y parte del principio de la insuficiencia de la justificación intelectual como única motivación para la acción, que incluso puede entorpecer si se aleja de los esquemas cognitivos del público.

A su vez, la eficacia de los Marcos se mide por la “resonancia” que alude a la receptividad y apropiación de los destinatarios. Depende de tres factores.
a) Credibilidad empírica (evidencia y argumentación accesible); b) Conmensurabilidad de la experiencia (depende a su vez del grado de afectación o lejanía con los problemas definidos); c) Fidelidad narrativa a una herencia cultural compartida. En este punto se ve la importancia gramsciana del sentido común, tradiciones, folclore, creencias y sentir populares.

En mi texto Uds. pueden ver un repaso histórico de las formas de enmarcar la protesta social desde la década del ’90 hasta el conflicto con el campo. Aquí lo que se ve es el contrapunto entre los enmarcamientos propuestos por los medios de comunicación y los que van ensayando los movimientos de bases populares. “Estallidos sociales”/”puebladas”; “piqueteros”/”desocupados”; “clientelismo”/”organización”; e incluso “piqueteros”/”cartoneros”, etc. van desfilando en una dialectica que muchas veces hace concesiones simbólicas y préstamos: el caso de los piqueteros es típico ya que es una identidad atribuida por los medios de comunicación que es retomada e intenta ser resignificada por los medios. Es importante el eje fundamental de todos los enmarcamientos que procuran establecer los medios masivos: la privación de agencia de las clases populares, especialmente de capacidad de agencia política. Las clases populares son investidas de legitimidad en tanto sujetos de necesidad, y en algunos casos de derecho, pero nunca como sujetos de voluntad política. Siempre tienen que aparecer como manipulados, engañados, sojuzgados, cautivos, etc. Siempre tiene que crearse el espacio simbólico para que alguien los ilustre, los libere, los redima, etc.

TP 4 B (COLGAR ANTES DEL 14/11/11)
Offe
TEXTO OFFE: Elija una de estas consignas.

1) Si uno intentara trazar un paralelo entre el Estado de Bienestar Keynesiano (EBK) y el peronismo en la Argentina ¿resultan aplicables los análisis de Offe respecto de la “desmercantilización del interés de clase” y la “progresiva ciudadanización” de la clase obrera?
2) Coincide en los señalamientos de Offe respecto de la convergencia de las respuestas neoconservadoras con las de los Nuevos Mov. Sociales (NMS) en lo referido al rechazo a la intervención estatal. ¿En qué medida la reivindicación típicamente neoconservadora de “iniciativa”, “emprendedorismo”, “empowerment” coincide con la reivindicación de la “autonomía” por parte de los NMS.?
3) ¿Cómo cree Ud. que se dieron los modos internos de actuación (segmentación horizontal y vertical) en los mov. sociales de nuestra última etapa (desocupados, asambleas, etc.)?
4) ¿Coincide el marco valorativo de los NMS con los nuestros? escasez-interés-distribución VS identidad-alienación-autonomía.
5) ¿Existe una nueva clase media en la Argentina derivada de los cambios económicos y sociales de los ’90? ¿Si existiese que relación tendría con los procesos de movilización social?
6) Enumere los tipos de logros que analiza Offe (actitudinales, institucionales, etc.) e intente ejemplificar con logros de Piqueteros, Fabricas Recuperadas y Asambleas.
7) Offe detalla dos tipos de respuestas estratégicas del Estado a los Movimientos: vaciamiento y cooptación. Analice según esto el caso argentino.

TARROW

Elija una de estas tres.

a) ¿Cómo piensa Ud. que ha evolucionado la relación entre desafío, solidaridad e incertidumbre en el movimiento piquetero desde el 2001 hasta hoy?
b) ¿Cómo analizaría el elemento disruptivo y el papel de la violencia en las acciones de los sectores agrarios en el conflicto por las retenciones móviles del 2008?
c) ¿Cómo analizar el "escrache" a los políticos y funcionarios que se generalizó durante el año 2002 según el esquema de Tarrow?

AMPARAN Y GOMEZ
Elija una.

a) Busque un ejemplo por cada uno de estos procesos de alineamiento de marcos: puente, ampliación, extensión y transformación.

b) Seleccione un mov. Social y piense qué marcos de diagnóstico, pronóstico, y motivación construyeron.

c) La eficacia de los marcos, su resonancia política y cultural, depende de tres cosas: credibilidad empírica, conmensurabilidad con la experiencia de los convocados y fidelidad narrativa o cultural. Seleccione un caso de mov. Social contemporáneo exitoso y caracterice cómo han logrado cada una de estas tres cosas.

martes, 18 de octubre de 2011

Próximos pasos y material para preparar exposición

Estimados, habida cuenta de que en las últimas  dos clases la concurrencia ha sido escasa, la próxima clase del 24/10 es presencial a los efectos de no retrasar el dictado de los contenidos teóricos. Vamos a ver los textos de Offe y Tarrow que son centrales en la teoría de los movimientos sociales.
Les rogamos puntualidad y les pedimos a los que no vayan a venir a clases que avisen a mgomez@unq.edu.ar.
Los pasos que siguen son los siguientes: 1) La clase del 31/10 es virtual para el cumplimiento del TP de la parte B de la unidad 4.
2) La clase del 7/11 es presencial con los textos de Touraine y Vilas de la Unidad 5.
3) Las 3 clases siguientes Uds. tendrán que preparar y exponer individualmente en clase un texto a elección del listado de abajo sobre clases medias y movilización en la Argentina. Para ello tienen que elegirlo ya junto con las fechas de exposición: 14 y 21 de noviembre y 5 de diciembre (recuerden que el 28 de noviembre casi seguro no hay clases). Los primeros que cuelguen tienen derecho a elegir las fechas teniendo en cuenta hasta un máximo de 3 exposiciones por fecha. El material elegido se los llevo a clase (siempre que Uds. no puedan conseguirlo).

ME AVISAN CON MENSAJE EN ESTE POSTEO Y ME MANDAN MAIL INDICANDO LO QUE ELIGEN Y QUÉ LES TENGO QUE LLEVAR.

Sobre clase media, historia y política

Adamovsky, Ezequiel (2009): Historia de la clase media argentina. Apogeo y decadencia de una ilusión, 1919-2003, Ed. Planeta, Buenos Aires.

Altamirano, Carlos (1997): “La pequeña burguesía, una clase en el purgatorio”, en Prismas Revista de Historia Intelectual, N° 3, Buenos Aires, UNQ.

Gargin, Enrique (2007): “El tardío descubrimiento de la clase media en la Argentina” en Nuevo Topo. Revista de Historia y pensamiento crítico, Nº 4, Buenos Aires.

Murmis, M. y Feldman, S. (1992): “Posibilidades y fracasos de las clases medias según Germani”, en Después de Germani. Exploraciones sobre la estructura social de la Argentina, Paidós, Buenos Aires.


Sobre la clase media en los ’90 y la crisis.

Anguita, Eduardo  y Minujín, Alberto (2004): La clase media. Seducida y abandonada. Buenos Aires EDHASA.

Kessler, Gabriel y Espinoza, Vicente (2007): “Movilidad social y trayectorias ocupacionales en Buenos Aires. Rupturas y paradojas” en Franco, R. y ot. op. cit.

(2003): “Movilidad social y trayectorias ocupacionales en Argentina: rupturas y algunas paradojas del caso Buenos Aires” en Serie Políticas Sociales Nº 66, Ed. CEPAL/ECLAC, Santiago de Chile.

Sobre los movimientos sociales de clases medias:

cacerolazos

Cafassi, Emilio (2002): Olla a presión. Cacerolazos, piquetes y asambleas sobre el fuego argentino, Buenos Aires, Libros del Rojas, UBA.

Cominiello, S., Telechea, R., y ot. (2007): La pequeña burguesía argentina entre Malvinas y el Argentinazo, ponencia presentada en 7mo. Congreso Nacional de Estudios del Trabajo, ASET, Buenos Aires.

Lewkowicz, Ignacio (2002): Sucesos argentinos. Cacerolazo y subjetividad postestatal, Buenos Aires, Ed. Paidós.

Battistini, Osvaldo (coord.) (2002): La atmosfera incandescente. Escritos políticos sobre la argentina movilizada, Buenos Aires, Ed. Trabajo y Sociedad.

Gomez, Marcelo (2002): “Crisis del capitalismo, formas de conciencia y resurgir de la acción colectiva”, en Revista Theomai, Número Especial Invierno /2002.

González, Horacio (2002a): "Cacerolas, Multitud, Pueblo" en Página/12, Buenos Aires. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-1759-2002-02-11.html
(2002b) “Oratoria bajo las araucarias” en Página/12, 24/02/02.

Sarlo, Beatriz (2006): “Furia, ilusión y melancolía” en La Nación, 17/12/06, http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=868042

Santos, Blas (2002): "Sujeto y Cacerolazo", Página/12, 18/02/2002. http://www.pagina12.com.ar/diario//-1991-.html

Telechea, Roxana (2006): “Historia de los cacerolazos 1982-2001” en Revista Razón y Revolución, Nº16/06, pp.141-184.

Pérez, Germán (2008): “Genealogía del quilombo. Una exploración profana sobre algunos significados de 2001” en Pereyra y ot., La Huella piquetera, Buenos Aires, Ed. Al Margen.


Villanova, Nicolás (2005): “Inundaciones en Capital Federal 2001. La expropiación a la pequeño burguesía y su lucha” en Revista Razón y Revolución, Nº14/05, pp.75-86

Visacovsky, Sergio E. (2009). “Imágenes de la “clase media” en la prensa escrita argentina durante la llamada 'crisis del 2001-2002'” en Visacovsky y Garguin (compiladores). Moralidades, economías e identidades de clase media. Estudios históricos y etnográficos. Buenos Aires, Antropofagia. Pp. 247-278


ahorristas 

Gomez, Marcelo (2009): “Variaciones sobre dos inventos argentinos: escrache y corralito. El caso de estrategia de guerra de los Ahorristas Estafados de Mar del Plata” en Revista de Ciencias Sociales, Año 1 Nº16, p.125-146, Bernal, Ed. Universidad Nacional de Quilmes.

Schilman, Fernanda (2004): “Convivir con el Capital financiero: corralito y Movimiento de ahorristas (Argentina 2001-2004)”, Tésis de Doctorado, Universidad Rovira I Virgili.


asambleístas

Cabral, Ximena (2006): “Control ciudadano y participación política en las Asambleas Barriales. Demandas, tayectorias y redes”, en Movimientos Sociales, experiencias históricas. Tendencias y conflictos, Anuario Nº21 de la Escuela de Historia de la UNR, Ed. Homo Sapiens, Santa Fé.

Di Marco, Graciela y ot. (2003): Movimientos Sociales en la Argentina. Asambleas: la politización de la sociedad civil, Ed. JB y UNSAM, Buenos Aires.

Dri, Rubén (2006): La revolución de las asambleas, Buenos Aires, Ed. Diásporas.

García, Marina (2002): “Clases medias y nuevas formas de movilización social. Las asambleas barriales, esas delicadas criaturas”, Tésis de Grado, UNGS, Buenos Aires.

Briones, Claudia  y ot.(2004): “Ni todos, ni alguien ni uno. La politización de los indefinidos como clave para pensar la crisis argentina” en Alejandro Grimson (comp.) La cultura en las crisis latinamericanas, Buenos Aires, CLACSO.

Fernández, Ana (2002): “La lógica situacional de las asambleas: los juguetes rabiosos de los barrios”, en Revista Campo Grupal Nº 40, Buenos Aires.

(2003) “Las asambleas y sus relaciones. Espacios colectivos de acción directa”, en Revista Campo Grupal Nº 44, Buenos Aires.

Fernández, Ana M. y colob. (2006): Política y Subjetividad. Asambleas barriales y Fábricas Recuperadas, Buenos Aires, Ed.Tinta Limón.

Svampa, Maristella (2008): Cambio de época. Movimientos sociales y poder político, Ed. Siglo XXI/CLACSO, Buenos Aires.

Bellucci, Mabel (2003): “Cartografía de las asambleas barriales con asistencia social”, “La protesta política como acontecimiento cultural” en Boletín El Puente, 10/01/03 www.asamblea-almagro.org.ar/elpuente%0%29.html

Bellucci, Mabel y Mitidieri, Gabriela (2003): “Una aproximación sobre el estado actual de las asambleas barriales” http://argentina.indymedia.org/features/asambleas/news/2003


Manzano, V. y Triguboff, M. (2010): “Las ocupaciones de espacios públicos y privados lideradas por organizaciones de desocupados y asambleas: procesos, tramas, y significaciones”, en Massetti, Villanueva y Gomez (comp.), Movilizaciones, protestas, e identidades políticas en la Argentina del bicentenario, Buenos Aires, Ed. Nueva Trilce.

Ouviña, H. (2002): “Las asambleas barriales: apuntes a modo de hipótesis de trabajo”, en Rev. Theomai, Número Especial Invierno /2002.
(2006) “Las asambleas barriales y la construcción de lo público no estatal: la experiencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” – mimeo, Buenos Aires, CLACSO.

Guerrero, Modesto (2002): “Emergencia y desafíos de las asambleas barriales”, en Revista Herramienta Nº19, Buenos Aires.

Pérez, G., Armelino, M., y Rossi, F. (2005): “Entre el autogobierno y la representación. La experiencia de las asambleas en la Argentina” en Schuster y ot. Tomar la Palabra,  Ed. Prometeo, Buenos Aires.

martes, 4 de octubre de 2011

Texto de apoyo y TP Unidad 4 parte A (colgar antes del Lu 17/10)

TEXTO DE APOYO Y TRABAJO PRACTICO UNIDAD IV. Parte A.

Los textos de Giddens y Crompton señalan el conjunto de limitaciones con que se topan los planteos clásicos herederos de Weber y Marx en la evolución de los capitalismos avanzados, sobre todo a partir de los años ’60. Las tendencias  a la despolarización de la estructura de clases, el crecimiento de los sectores de servicios y del trabajo no manual, el abandono del trabajo como fuente de identidad y de pertenencia colectiva, las orientaciones culturales consumistas e individualistas, la incidencia de diferenciaciones raciales y de género, el surgimiento de actores políticos transclasistas (ecologistas, pacifistas), el desclasamiento del voto (apoyo electoral de clases obreras a conservadores), etc. pueden resumirse en tres grandes procesos que debilitan el análisis de clase: el “pos industrialismo”, el “pos fordismo” y el “pos modernismo”.
El esquema giddensiano que apela a los procesos de estructuración de clase puede decirse que constituyeron el último gran esfuerzo de enfrentar estos problemas con las herramientas legadas por los clásicos. La solución de Giddens es simplemente pensar las clases como capas de determinaciones sociales que empiezan por el mercado de trabajo, siguen en los factores comunitarios y demográficos  y terminan en aspectos de status y prestigio, sentidos de pertenencia e identidad, sin olvidar el papel de la lucha de clases. Giddens hace un verdadero melting pot que mezcla todo y así multiplica las dificultades más que subsanarlas.
Los enfoques contemporáneos que parten de Olin Wright y Bourdieu (ambos tienen antecedentes en Poulantzas el primero y en Norbert Elías el segundo) comienzan a modificar o abandonar de manera ostensible los parámetros de la tradición marxiana y weberiana y en este sentido podría decirse que inauguran una etapa posclásica.
O. Wright avanza en un modelo de determinación global que categoriza las relaciones entre estructuras económicas y políticas con la lucha de clases. Podríamos decir que los aportes sustantivos a este respecto son dos: 1) lejos de la tradición clásica, la lucha de clases no se deriva del mercado o las relaciones de producción, sino que establece una serie de relaciones de limitación y transformación. La lucha de clases no permanece como efecto exterior a la estructura sino que es la forma misma del proceso de transformación de la estructura. El “secretillo” del esquema de O. Wright es que si la estructura económica puede establecer un límite de compatibilidad funcional a otras estructuras, no puede establecerlo sobre la lucha de clases. La lucha de clases está limitada pero es “libre” frente a las estructuras, es decir puede transformarlas.
2) Además las relaciones de limitación (que en los planteos clásicos era la única reconocida) entran en no correspondencia con los de reproducción. Una estructura económica puede establecer límites de variabilidad a las estructuras políticas y la lucha de clases pero ello no garantiza que las intervenciones políticas y la lucha de clases asuman un papel no reproductivo y de mediación o transformación de las mismas estructuras.
El otro de los aportes rupturistas en lo teórico de este autor es la idea extraordinaria de que las clases medias tienen posiciones estructuralmente ambiguas o contradictorias pero no por ello dejan de ser clases. Las clases medias no pertenecen a un modo sino que cruzan dos modos de producción: el mercantil simple y el capitalista.  Asimismo es importante el análisis de los tres procesos contemporáneos que inciden en los procesos de establecer fronteras de clase entre las clases medias: la pérdida de control en el proceso de trabajo, la diferenciación de funciones del capital entre propiedad y gestión, y las jerarquías de autoridad y las formas de control técnico impersonal.
También es novedoso el planteo de diferenciar interés de clase y capacidades de clase (estructurales y organizativas), abriendo conceptualmente la cuestión del proceso de formación de clase que, a su vez, es objeto mismo de la lucha de clases.
También es importante la discusión sobre el concepto de explotación, que es un tradicional pilar de las teorías clásicas. Aquí se ve algo poco señalado: la explotación supone niveles de dependencia recíproca entre explotador y explotado, a diferencia de las relaciones de opresión. Es clásico el planteo de Wright en tanto que clase se sigue refiriendo a relaciones de explotación y no de opresión, pero no obstante las relaciones de dominación de clase (regulan el nivel de esta interdependencia o reciprocidad) son importantes aunque subordinadas a la explotación.
También son aportes muy sugestivos la manera de caracterizar el poder de clase como en tres dimensiones situacional, institucional o sistémico.

No es menos novedoso el planteo de P. Bourdieu en el Cap. 2 de ese clásico de la sociología de la cultura que es La Distinción. Allí se establecen con gran fuerza los conceptos analíticos del “espacio social”, es decir, el locus sobre el que se hacen inteligibles las clases sociales. En este capítulo Bourdieu desarrolla una teoría de las clases sociales sobre las nociones de habitus, campo y especies de capital que intenta superar las limitaciones metodológicas y analíticas de los planteos empiristas, marxistas, etc. El procedimiento constructivo adoptado asume la forma de una topografía móvil o de mapa dinámico en el que se intersectan los planos sincrónicos estucturales y diacrónicos tendenciales.
La problemática de las clases es definida como aquella búsqueda de explicación de distribuciones de bienes y prácticas, aclarando dos cosas: a) que los  bienes no son objetividades dadas sino que se inscriben en usos sociales asociados a estilos de vida, donde los productos son también productos de las disposiciones de los agentes (formas de percepción, acción y apreciación) ; y b) las prácticas no son puras elecciones voluntarias y concientes indeterminadas sino que deben ser comprendidas no como simples efectos mecánicos de la posesión de capital objetivado social y económico, sino también como estructuradas a través de habitus (capital incorporado) y en relación a las fuerzas y tensiones que atraviesan los campos específicos en donde se ponen en juego. No solamente las condiciones homogéneas de existencia, sino también las disposiciones incorporadas en los agentes explican la similitud de prácticas.  Además, los mecanismos de acceso a las posiciones de clase seleccionan en múltiples formas visibles o enmascaradas según criterios de evaluación de disposiciones muchas veces “secundarias” . La dialéctica entre la posesión y la disposición es el dispositivo teórico mediante el cual Bourdieu intenta develar la eficacia “objetiva” de las clases sociales.
La causalidad propia de la determinación clasista asume una forma “estructural” y no “lineal” que obliga a indagar cómo cada factor (edad, sexo, residencia, etc.) y tipo de capital es mediado por los otros.  Así Bourdieu presenta un espacio social de constitución de clases, construido en dos dimensiones de tres series: volumen, estructura (composición por tipo) y evolución del capital; y capital económico, social y cultural. Estos espacios ofrecen relaciones variables de congruencia y simetría. Desde grupos que comparten altos volumenes de todos los tipos de capital y son fundamentalmente estables en su composición y permanencia futura, y otros grupos que ofrecen disparidades notables y fuertes inestabilidades. Diversas fracciones de la pequeño burguesía son ejemplos de estos últimos. La evidencia empírica muestra que dentro de diversas clases y fracciones existe una relación inversa entre capital económico y capital escolar y cultural. Las burguesía en sus fracciones superiores se independiza de las exigencias de la adquisición de capital cultural, y en cambio la pequeña burguesía y los profesionales depositan en él su esperanza de sostenimiento y ascenso social.
La contribución más rica del texto es la que analiza las trayectorias, el dinamismo de los campos considerados y las estrategias de los agentes. Todos los grupos tienden a una doble  lucha: para mantener y acrecentar el valor de la especie mayoritaria de capital propio, y por la prevalencia de los criterios de valorización más favorables a ellos en cada campo.
Una de las estrategias de los agentes es la movilidad de capital que puede ser vertical cuando es ascenso/descenso dentro del mismo tipo de capital. Pero las más interesantes son  las que implican un desplazamiento transversal, es decir, entre campos distintos que obliga a establecer una reconversión de valor entre el capital poseido y el capital que se adquiere con él. Es en este sentido que juega la idea de “inversión” como apuesta a un juego de valorizaciones.
En este esquema explicativo, el autor estudia uno de los fenómenos más interesantes del campo cultural: la superproducción de títulos, la democratización de la enseñanza superior y la devaluacion del capital cultural escolarizado.
Las estrategias de aumento del capital escolar chocan con el efecto de pérdida de valor de mercado de los mismos títulos alcanzados. Bourdieu describe el efecto de alodoxia como un autoengaño que retrasa la percepción real del valor objetivo de los títulos, ya que los habitus incorporados siguen aplicando formas de apreciación ancladas en su tiempo de adquisición y no en la situación de mercado actual. Es por ello que la expansión de la distribución de capital cultural escolar se acompaña de una “generación engañada” que no puede alcanzar las expectativas prometidas asociadas a su inversión en esta especie de capital, dando lugar a procesos de desclasamiento o al riesgo de de desviarse por debajo de las trayectorias esperadas. Los sectores de la pequeño burguesía son particularmente sensibles a estas amenazas y ante ellas ponen en práctica estrategias de movilización no solo de su capital social, sino también de búsquedas de posiciones accesibles y acomodamientos que redefinen profesiones y puestos de trabajo. Así, los campos laborales más nuevos, más dipersos y menos codificados dan oportunidades a una gama variada y flexible de empleos semiburgueses vinculados a los servicios personales, medios de comunicación, entretenimiento, cultura y a todas las formas novedosas de ejercicio de la dominación suave y la integración simbólica de las clases subordinadas.
Los procesos de devaluación de títulos generalmente adoptan la forma invisible e insensible y suave que maximiza el efecto de alodoxia multiplicando los errores de apreciación que no tardan en convertirse en crisis personales. Las transformaciones del campo escolar apelan a tres mecanismos de filtrado de las estrategias de ascenso de estos sectores: eliminación suave o rezago progresivo, relegamiento a circuitos educativos explícitamente desvalorizados, y devaluación del valor del título. Si todo esto no fuera suficiente siempre quedan los mecanismos de exclusión, discriminación, selección, cupos, patronazgo, etc. con el que  se preservan espacios y monopolios de oportunidades.
Las estrategias de los grupos y las respuestas de los que disputan con ellos van generando efectos de deformación de la estructura o de traslación de estructuras por la cual las distancias jerárquicas entre posiciones se mantienen no a pesar, sino justamente en virtud de los cambios en los acciones y disposiciones de los grupos. Las propiedades ordinales de los campos se conservan mediante cambios en sus propiedades cardinales (posicionales), concluirá Bourdieu que, sin embargo, termina alentando expectativas de cambios estructurales por los efectos de una crisis de frustración de expectativas generalizadas.
Por último tenemos los textos de Gouldner y Goldthorpe como dos de los principales teóricos de la emergencia de la clase media.  El primero tributario de las teorías del posindustrialismo y la tecnoestructura directamente tiende a considerar a las clases medias como los verdaderos soportes de la sociedad contemporánea y en fuerte disputa con las viejas clases propietarias. Aunque en muchos sentidos este planteo haya envejecido notablemente (la concentración de ingresos y propiedad en el capitalismo global actual refuta claramente sus análisis) no deja de llamar a la reflexión algunos de sus señalamientos históricos. Considero que el Codigo de Discurso Crítico sigue siendo un lenguaje  universal de las clases medias basadas en el saber y la competencia técnica y humanística.
Goldthorpe es un analista de la estructura de clases en el primer mundo y sus hallazgos empíricos hacia finales de los ’80 llevaron a posar la atención en el fenómeno llamado de las “clases de servicios” caracterizadas por evadir algunas de los rasgos propios de las relaciones laborales de asalariados. A la manera de una “incrustación” estamental en el medio de las organizaciones corporativas económicas más modernas, las clases de servicios (gerentes, desarrolladores, técnicos expertos,  etc.) se caracterizan por elevados grados de autonomía en el trabajo, fuertes identidades y sentidos de pertenencia profesionales, bajo compromiso con las organizaciones, son beneficiarios de relaciones de confianza por parte de los propietarios y accionistas, y también tienen expectativas de seguridad y estímulos diferenciales o expectativas de “privilegios” prospectivos (carrera profesional o ejecutiva). Los señalamientos de que estos sectores tienen un amplio reclutamiento de origen popular (merced a la inversión en capital y credenciales educativas) y que podrían ser la base de cuestionamientos al sistema, sostener orientaciones contraculturales y conductas de radicalismo político, no dejan de ser interesantes ya que hay suficientes estudios que localizan la presencia de este tipo de agentes sociales en los movimientos sociales ecologistas, pacificistas, contraculturales, feministas, etc.   

TRABAJO PRÁCTICO 4

Elija una.

1)      Utilice el esquema propuesto por O. Wright acerca de cómo interpretar el papel de la lucha de clases en la determinación de las estructuras económicas y estatales, y en las intervenciones políticas estatales, para procesos históricos de Argentina o A. Latina. Otra manera de formular la consigna es ¿Qué tipos de mecanismos de mediación y transformación ejerce o ejerció la lucha de clases en el contexto de Argentina y A. Latina?
2)      ¿Cuáles han sido las capacidades estructurales y organizativas desarrolladas por las clases medias en nuestra historia reciente?

Elija una.
1)      En términos de la terminología de Bourdieu (volumen, tipo de composición de capitales) cómo caracterizaría la evolución de las clases medias en la Argentina desde la dictadura en adelante. ¿Cómo evolucionó el espacio social de clase media?.
2)      ¿Es posible hablar de una clase de servicios o de Nueva Clase en nuestro país? ¿Qué aplicabilidad pueden tener estos conceptos en nuestro contexto?